miércoles, 14 de septiembre de 2011

Todo está conectado.

Dentro del marco de la Teoría Elemental del Caos existe un concepto llamado "Efecto Mariposa", perfectamente expresado con la frase "el aleteo de las alas de una mariposa pueden provocar un Tsunami al otro lado del mundo".
A mi entender, aunque un tanto exagerada, es una forma de explicar que todo en el mundo está conectado, que todos establecemos relación con el mundo que nos rodea de modo que cualquiera de nuestros actos o palabras influyen en mayor o menor medida en su devenir.
Veamoslo mejor con un sencillo ejemplo:

Un joven toma el bus urbano y al ver un asiento libre decide sentarse. Dos paradas más tarde una señora mayor sube torpemente al autobús y busca seguidamente un asiento libre pero por desgracia no queda ninguno. La señora se resigna a permanecer de pie durante el trayecto pero el joven, al ver a la señora mayor allí incómoda de pie decide amablemente cederle su asiento, cosa que ella acepta muy agradecida.

En este ejemplo vemos un acto amable y bondadoso, un bien que se la hecho a una persona, en este caso, a una señora mayor. Imaginaremos que el joven altruista es consciente de que este acto ha traido un sentimiento positivo a la señora, pero vayamos más allá... ¿Sólo a la señora?.
Imaginemos a la señora llegar a casa y compartir la anécdota con sus familiares. Sin duda ellos, por ser personas que la quieren y la consideran importante en sus vidas, también se sienten agradecidos al saber que alguien ayudó a su familiar. Entonces este jóven no sólo hizo un bien a la señora, sino también a toda su familia aunque haya sido indirectamente.
Si extendemos este razonamiento a los familiares, estaremos de acuerdo con que las personas que son importantes en las vidas de cada uno de estos familiares también se sentirán agusto pensando que alguien les ha hecho sentir bien aunque haya sido indirectamente.
Si seguimos extendiendo este razonamiento nos encontraremos con que un simple gesto de humanidad y buena educación como el del joven del autobús ha traído un bienestar a un grupo ampliamente numeroso de personas, directa o indirectamente, pero lo ha traído.

Por decirlo de alguna manera, ese jóven ha lanzado un bien al mundo, a la vida, a la humanidad, aunque sólo una persona haya sido la destinataria directa de ese bien.

Alguna persona avispada que pueda estar leyendo esto (y no se haya aburrido al cuarto o quinto párrafo y haya dejado de leer) podría pensar lo siguiente:
"Si la señora al llegar a casa no se lo hubiera contado absolutamente a nadie ¿sería igual de cierto todo esto que se ha dicho?"

Es ciertamente una buena pregunta. Si la señora no lo cuenta sus familiares no lo sabrían y por tanto no podrían sentirse agradecidos por el gesto del joven del autobús, ni ellos ni las personas que tienen lazos con ellos y por tanto también podrían haberse sentido agradecidos de haberlo sabido. Pero ahora bien... ¿que tú no seas consciente de que alguien te ha hecho un favor implica que ese favor no ha existido? De ninguna manera. Una buena acción lo es independientemente de que tenga mayor o menor repercusión. Aunque todo hubiera quedado entre el joven y la señora, el gesto está ahí, el bien está hecho y eso es impepinable.
Puede que los familiares de esta señora nunca lleguen a saber que alguien les hizo un bien al tener un gesto tan amable con ella, pero aunque así fuera, el bien también se les hace a ellos, lo sepan o no, y en consecuencia, es un bien que igualmente se le hace a la vida y al mundo.

Puede que esto a muchos os parezca una chorrada o una ida de olla de las mías, importa poco si es así porque el verdadero mensaje que quiero transmitir es que el mundo necesita mucho más bien del que ya hay. Invito por ello a todas las personas que puedan leerme a que sean amables con sus semejantes, a que hagan todo el bien que puedan, a que lancen al mundo todo el bien que sean capaces de lanzar.
El mundo y la vida lo agradecerán y creo firmemente además que, en algún momento, y aunque puede que nunca lleguemos a saberlo... todo ese bien nos será devuelto.

Decía una gran amiga, una de mis más antiguas y mejores amigas en su muro del Facebook "Otro mundo es posible, quiero creerlo". Y es verdad, de hecho creo que éste sería el camino para poder alcanzarlo.

3 comentarios:

  1. exacto Javi, más personas buenas, más educación, más amabilidad, más sentido común, más coherencia, más libertad, más simpatía, más empatía, más humor, más tolerancia, más.......

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  2. Un sueño Javi, pero está bien que haya gente como tú que lo pida y ojalá que todos lo hicieramos porque al fin y al cabo no nos costaría tanto trabajo mejorar este mundo si todos pusieramos un poquito de nuestra parte, pero siendo realista es muy dificil en este mundo hay tantas personas inmersas en sus problemas y en su dia a dia que no hay tiempo de pensar en las necesidades de los demás. Un saludo

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  3. Gracias a los dos por los comentarios.
    Es muy triste pensar que, tal y como están las cosas, cada vez requiera más esfuerzo ver y valorar las cosas bonitas que la vida tiene, sobreponerse a todos los problemas personales y hacer un pequeño esfuerzo por entender que la vida no tiene por qué ser tan dificil ni tan sacrificada. Pero por triste que sea es la realidad y ya no es solo por nosotros, que al fin y al cabo ya nos han llovido golpes por todos lados y estamos más que curtidos, lo verdaderamente triste es pensar en quienes heredarán el mundo cuando nosotros lo dejemos, quienes ahora son nuestros hijos.
    ¿Cómo explicarles a ellos que este tipo de pequeños gestos como el ejemplificado en el post, mueven y conforman nuestro mundo todos los días?. ¿Cómo explicarles que merece la pena ser buena persona cuando lo normal es que a las buenas personas se las explote y se las utilice hasta lo indecible?.
    Es dificil, sí, soy el primero que lo reconoce pero... si queremos que nuestros hijos vivan en un mundo mejor hemos de empezar por darles nosotros ejemplo, todos nosotros, todo el mundo.

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