viernes, 13 de mayo de 2011

Democracia y políticos

Me dirijo hoy a ustedes, señores políticos: soy un ciudadano nacido en España, perteneciente a la clase media que ha tenido la suerte de nacer en Democracia. No conozco la dictadura más allá de los relatos de mis mayores o de datos ofrecidos por documentales, libros, películas u otras obras culturales divulgativas, lo único que puedo afirmar con rotundidad es que la Democracia es un sistema muchísimo mejor en el que, como digo, me alegro de haber nacido.

Soy consciente de que, por muy imperfecto que este sistema de gobierno sea, es el mejor de todos los posibles y la observación del desarrollo de los acontecimientos a lo largo de los años me hace reafirmarme en esta postura. Creo en la Democracia y creo en el sistema pero en quien no creo para nada es en ustedes, en los políticos, en su palabrería vana e inútil, en sus falsas promesas y en su supuesto compromiso con el pueblo, a quien afirman representar. Sí, ustedes, señores políticos, son el único motivo por el que el sistema democrático es percibido como una estafa entre cada vez más ciudadanos, como un timo, como una mentira.

Ustedes no son políticos, son simples mercachifles que viven de vender humo a la ciudadanía: nos engatusan y nos timan con su brillante palabrería y retórica; nos hacen creer que ustedes son la solución que necesitamos para resolver los problemas de nuestro país; nos embaucan y nos manipulan con propaganda fútil y vacía sobre los ideales y filosofías alrededor de las cuales van a girar sus decisiones de gobierno. En resumen, nos hacen creer que si les otorgamos nuestra confianza como pueblo para que sean nuestros gobernantes trabajarán duro y con humildad a nuestro servicio, nos escucharán, nos tomarán en cuenta y sobre todo cumplirán nuestra voluntad mayoritaria. Este es el espejismo en el que ustedes quieren que creamos y en el que durante muchos años yo y muchos creímos pero que ustedes mismos se están encargando de que dejemos de creer.

En los últimos años he visto gobiernos votados con aplastantes mayorías absolutas nos metían en una guerra ilegal e injusta en contra de la voluntad de la gran mayoría de la ciudadanía; he visto a ese mismo gobierno mentir descaradamente al pueblo sobre la autoría del mayor atentado terrorista que ha azotado la nación; he visto a otro gobierno posterior y de diferente signo negar rotundamente la existencia de la brutal crisis económica que sufrimos; he visto a ese mismo gobierno afirmar que dicha crisis no la pagarían los más débiles y acto seguido aprobar reformas y decretos que exprimen y agobian justamente a los más golpeados por dicha situación. Esto es sólo un pequeño esbozo, hay cosas mucho más graves que por cuestiones de espacio omitiré pero lo que queda claro es que no importa el logotipo, ni el color, ni la ideología. Para ustedes lo único que importa es mantener el sillón y sobre todo los impresionantes privilegios que ello conlleva.

Cada vez somos más los ciudadanos que nos estamos dando cuenta de que la clase política española es sucia y apestosa. Contemplamos anonadados cómo el fango de la corrupción les envuelve hasta el cuello y no sólo no sienten vergüenza por ello, no sólo no lo castigan, sino que además ensalzan y protegen la imagen del corrupto y delincuente hasta el punto de que en algunos casos llegan a mantener en altos cargos de gobierno a políticos sospechosos, cuando no directamente imputados, en casos de corrupción. Cada vez somos más los que nos estamos dando cuenta de que lo que hace que el sistema democrático sea deficiente e ineficaz son ustedes, los políticos, que sólo se acuerdan de su pueblo cuando están en la oposición o cuando están en el gobierno pero se acercan las elecciones.

Controlan radio, televisión, prensa, grandes grupos mediáticos desde los que lanzan sus vacías proclamas y nos dicen lo que debemos pensar y creer pero hasta en eso se les empieza a ver el plumero. Gracias a ustedes encontrar información veraz e imparcial se ha convertido en algo tan extraordinario como un eclipse total de Sol. Gracias a sus voceros mediáticos han conseguido durante todos estos años que vivamos aborregados e ignorantes del hecho de que ustedes gobiernan antes para los mercados financieros que para sus ciudadanos, gobiernan para aquellos que desde las sombras les respaldan económicamente antes que para sus ciudadanos, gobiernan para satisfacer a dirigentes de naciones más influyentes y poderosas antes que para sus ciudadanos.

Viven en su maravillosa burbuja privilegiada, lejos de los verdaderos problemas de su pueblo, del verdadero sentir de la gente de la calle, la gente de a pie, la misma que les posiciona durante intervalos de cuatro años en sus cómodas poltronas. Mantienen una ley electoral absolutamente injusta que tan solo beneficia a los partidos nacionalistas periféricos y a los dos grandes nacionalistas centralistas, consiguiendo que todo lo que no sea votarles a ellos sea prácticamente tirar el voto a la basura.

Cobran sueldos millonarios, muy por encima de lo que cualquier ciudadano de a pie podría ni tan siquiera llegar a soñar y por si fuera poco, cuentan con la garantía de maravillosas pensiones y sueldos vitalicios para cuando abandonen su actividad. Mientras el trabajador está hasta el cuello de deudas, con enorme problemas para poder llegar a fin de mes, absolutamente esclavizados, echando horas extras como animales y siempre bajo el riesgo de poder ser despedido en cualquier momento y casi gratuitamente ustedes se las apañan para juntar varios cargos y cobrar sueldos con tantos ceros que ofenden a la vista ¿y saben lo mejor? para que luego todos veamos esas imágenes del hemiciclo casi vacío la mayoría de los días.

Y ya no vamos hablar de los muchos de ustedes que, aparte de todo esto, se sacan un sueldecito extra "metiendo la mano en la caja" (Como diría Joaquín Reyes: No te digo ná y te lo digo tó).

Es denigrante e ignominioso ver cómo para ustedes todo vale con tal de mantenerse en el poder, o con tal de alcanzarlo. No dudan en utilizar el terrorismo, en tirarse los muertos a la cara, engañar, mentir, tergiversar, utilizarnos para sus fines y sólo para sus fines. Es insultante y ofensivo ver cómo proclaman a los cuatro vientos un amor falso y de conveniencia por el país o la comunidad autónoma que gobiernan (o pretenden gobernar). Cada vez que les veo en campaña electoral con sus caritas sonrientes haciéndose fotos con niños, ancianos, jóvenes, discapacitados, amas de casa o cualquier otro ciudadano de a pie me dan ganas de llorar. Es patético verles en campaña electoral paseando con esas caras de pánfilos, rodeados de personas que, engañadas e influenciadas por ustedes y sus voceros mediáticos, les vitorean y les aplauden como a ídolos, pretendiendo vendernos que son ustedes uno más entre los ciudadanos de a pie para luego resultar que no saben cuánto cuesta una barra de pan o un triste y mísero café.

Podría continuar, cómo no hablar del flagrante uso de la Justicia (poder, en teoría, independiente del legislativo y el ejecutivo) para sus propios intereses; podría hablar de cómo se dejan en alma en defender valores democráticos para luego recibir con honores de estado a genocidas dictadores, o de cómo defienden la igualdad de sexos al tiempo que hacen la pelota a gobernantes en cuyos países los derechos de las mujeres brillan por su ausencia.

No, señores, ya llevo vividos años suficientes para saber que ustedes, señores políticos no son la solución. Unos señores que afirman amar la democracia y sus valores mientras pisotean derechos fundamentales que dicen defender, como la libertad de expresion, para luego criticar (cuando no los cierran directamente) medios de comunicación que no comulgan con su verdad o sin ir más lejos, para promulgar una ley que abre una gran puerta a la censura más brutal y absoluta a uno de los inventos más importantes de la humanidad y que está cambiando el mundo. Internet.

Y es desde este medio, Internet, al que ustedes le han declarado la guerra más brutal y sanguinaria, desde el que yo quiero proclamar que la Democracia es de verdad el camino, que la Democracia es de verdad la solución... pero que mientras tengamos una clase política tan sucia y nauseabunda como la que forman ustedes nunca habrá una Democracia real.

No voy a pedir el voto para ningún partido, para ninguno de ustedes ni sus partidos, señores políticos. Yo no soy quien para decir a los demás lo que tienen que hacer con su voto o mismamente con su derecho a votar, pero sí voy a proclamar a los cuatro vientos que desde ahora en adelante si las cosas no cambian el mío va a ser en blanco.
No pretendo dármelas de importante y ni mucho menos tratar de convencer a nadie de nada. Sé muy bien que sólo soy una persona y el sentido de mi voto no va a cambiar las cosas, pero por lo menos podré dormir tranquilo por las noches sabiendo que con mi voto no he apoyado y alimentadoles a ustedes, señores políticos cuya únicas preocupaciónes son sus bolsillos y mantener sus privilegios.

Para poner punto y final a esta declaración voy a decir, parafraseando a Martin Luther King, que hoy tengo un sueño. Sueño que algún día mis ojos o los de mis hijos, vean por fin cómo la Democracia resurgirá, se levantará y recuperará esplendorosa su verdadero significado:

"Democracia=Gobierno del Pueblo".

Que nunca caiga en el olvido.

1 comentario:

  1. Como siempre impecable, te veo muy enfadado y llevas toda la razón yo no voy a entrar a valorar lo que estan haciendo los que nos mandan, ya se descalifican ellos solos con las cosas que estan haciendo, ojalá esto cambiara y no tardara mucho porque vamos "apañaos".Un saludo

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