viernes, 3 de septiembre de 2010

El escritor que llevo dentro.

Como ya os conté hace algunos posts yo hace años que escribo. Siempre lo he hecho quizá un poco a la sombra, dirigiéndome con mis escritos no tanto hacia el gran público como a mis más allegados. En el post anterior mi apreciada y habitual comentarista Nieves me sugiere la idea de tomarme más en serio la idea de escribir y hasta de hacer de ello mi profesión. Su comentario me inspiró para escribiros este post en el que quiero compartir con vosotros algo personal a ese respecto.
Ya siendo un adolescente me rondaban muchísimas ideas en la cabeza para plasmarlas en papel en forma de novela o relato. Un día me animé y empecé a escribir una especie de biografía fantástica narrada en primera persona, que contaba la vida de un joven andaluz que por trágicos motivos tuvo que emigrar a Japón y hacerse un hueco y una vida en un mundo tan radicalmente distinto a lo que estaba acostumbrado. Por entonces no tenía ordenador y escribir a máquina me parecía extremadamente tedioso especialmente porque aún no había aprendido mecanografía, así que la escribí a bolígrafo, a la antigua usanza. Dediqué mucho tiempo a aquel proyecto pero nunca lo terminé, la historia era extremadamente disparatada y además parecía no acabar nunca. Para que os hagáis una idea, rellené cuatro libretas pequeñas enteras más media libreta grande... y todavía iba más o menos por la mitad. Al final resultó demasiado agotador y lo abandoné, aunque aún guardo las libretas.
Años más tarde, inspirado por una buena amiga asturiana que conocía de los chats del IRC ("Internet Relay Chat" para los que no conocierais estas siglas) que me contagió su pasión por la escritura inicié mi segundo relato. Éste fue el primero que hice a ordenador y me llevó alrededor de 150 páginas. Era una historia basada en mi propia vida de entonces, en las que casi todos los personajes que aparecían tenían un referente clarísimo en la vida real: El protagonista estaba basado en mi persona, con mis traumas y mis movidas mentales de entonces pero llevadas un poco al extremo. Me divertí mucho escribiéndola porque como en ella aparecía gente de mi día a día de entonces aprovechaba para "vengarme ficticiamente" de los que me caían mal y para "homenajear ficticiamente" a quienes me caían bien. En cuanto a la historia, era un relato fantástico en que el protagonista se hacía amigo de una joven japonesa que estaba de dependienta en una tienda de antiguedades orientales, la gran pasión del protagonista. La chica le enseñó unas antiguedades familiares entre las cuales se hallaba una vasija sellada que, segun la leyenda, contenía el espíritu de un antiguo y poderoso guerrero japonés perturbado. La vasija se rompió accidentalmente y sin saberlo el espíritu poseyó al protagonista. Cosa que al principio era muy emocionante y estimulante porque le hizo más fuerte y ágil, pero después tuvo unas desastrosas consecuencias, hasta que al final tuvo que luchar contra su espíritu poseedor y desterrarle para volver a encerrarlo.



Esta fue la primera y única obra que he registrado oficialmente. Poco después inicié mi siguiente relato, una continuación del anterior con mucha más fantasía y ciencia ficción que el anterior, de hecho casi podría ser un guión para una peli "Manga". Esta historia comienza con un suceso trágico, el suicidio del protagonista tras perder a su amada en un accidente de autobús. Entonces empieza su historia en el más allá, su ascenso al cielo, su juicio divino para ver si va al cielo o al infierno y la búsqueda de su amada en el mundo de los muertos. Durante su periplo descubre que no es el único que ha muerto, pues allí encontró a una amiga suya a distancia que al parecer también se había suicidado. Ambos permanecen juntos en aquel lugar y se convierten en camaradas. Paralelamente a su historia, en el mundo de los vivos una secta satánica está cometiendo una ola de asesinatos que más tarde se descubriría que tienen como propósito invocar a un gran demonio; éste destruiría todo el mundo y traería el infierno al mundo real, en el cual gobernaría el lider en la sombra de la secta diabólica. Se inicia así una guerra total entre el bien y el mal en el que el protagonista y su amiga suicidada tomarán parte.


Como veis, mucho misterio, esoterismo, fantasía y estética "Manga". Una combinación de temas muy muy personal con la que rompo en mi último relato, que aún está "cocinandose" y que es una historia de fantasía heroica con los elementos más habituales de las mismas: Hay elfos, Orcos, Humanos, poderosos héroes y heroínas, sabios maestros y un mundo entero completamente inventado por mi aunque basado en películas, videojuegos y otros relatos del género. No os cuento de qué va porque al estar en proceso de creación el argumento puede cambiar. La verdad es que es complicado narrar una historia así y que no haga pensar a quién lo lea en "El Señor de Los Anillos" o "Dragones y Mazmorras" pero os aseguro que mi pretensión es crear algo con notables diferencias. La más importante, que los habitualmente malos en estas peliculas no sean malos porque sí y puedan llegar a ser buenos y los buenos puedan sucumbir a oscuras corrupciones y tentaciones que les haga volverse malos.

En todos estos años más de una vez me han preguntado que, o bién por qué no me dedico a esto en serio, a intentar publicar alguna de mis obras y tal. Sinceramente, nunca he considerado esa opción por una razón muy sencilla. No se puede pensar en ser un escritor mínimamente bueno si no lees mucho previamente.
¿Os imaginais a alguien que pretenda ser cantante o músico y no sepa quien es Bruce Springsteen o Los Beatles? (ocurrió en OT 2009 pero vamos, la fama que alcanzó esa generación no hace más que reforzar mi argumento). Pues mi caso es parecido. Yo he escrito muchisimo, sin embargo he leído muy muy muy pero que muy pocos libros en mi vida, con lo cual qué se puede decir, que escribir escribo pero vamos, de ahi a pretender ser escritor o al menos publicar algo con un mínimo de calidad... como que ni lo contemplo.
Os preguntareis pues que cómo escribo tan bien si he leído tan poco. Pues básicamente porque tengo muchísima imaginación y porque llevo años leyendo periódicos; porque de niño me pasaba los dias enteros leyendo tebeos, hasta el punto que mi madre llegó a escondermelos porque temía que me volviera loco de leer tebeos constantemente y no hacer otro oficio en todo el día (un día casualmente encontré donde me los escondió y los seguí leyendo a escondidas. Cuando me pillaron mis padres, en vez de echarme la bronca me hicieron pactar con ellos unos límites de tiempo de lectura de tebeos, el cual, como buen hijo, cumplí).

Se puede nacer con talento para el arte pero si no se cultiva y se trabaja esa faceta a base de aprender de los que ya lo son o lo han sido, nunca puede llegarse a serlo. Siempre hay alguna excepción, Beethoven aún seguía componiendo tras quedarse sordo, pero claro, a ver cuántos genios como él han existido en el mundo. Dificilmente puedes tener una identidad artística si no has leido/oído/visto y no te has inspirado en artistas consagrados de tu ramo y ese es precisamente mi problema y eso es por lo que no me veo dedicándome a la escritura. No obstante escribir es algo que me gusta y seguiré haciendo, pero no tengo previsto hacerlo de cara al gran público sino más bien para mis más allegados y especialmente para mi mismo.

4 comentarios:

  1. genial javi. yo quiero leer esos libros!!! pero ya!!!! me llama mucho la atención, o sea que ya estás tardando en pasarlos!!!

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  2. Uff, que grata sorpresa javi, gracias por tener en cuenta aquel comentario que hice en tu blog, sigo diciendo que equivocaste tu profesion, como bien dices hay que tener un talento natural, yo pienso que tu lo tienes, pues desarrollalo chico, creo que escribes muy bien, anda que no hay por ahí gente que da penita leer, y ahi los tienes publicando cosillas, yo (si tu me lo permites) por supuesto que voy a seguir leyendote y humildemente a animarte a que sigas escribiendo igual de bien, gracias de nuevo y un saludo

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  3. Gracias por tus buenos consejos, Nieves, sabes que son siempre bien recibidos y sumamente apreciados. La verdad es que mi último relato es el que más en serio estoy haciendo y el que podría plantearme intentar publicar. Los demás son muy personales, demasiado personales como para "airearlos" publicamente y tú bien sabes que soy bastante tímido con estas cosas.
    En cuanto a ti, Enrique, lo mismo te digo. Me da bastante verguenza que leas aquello pero si lo deseas estaré encantado de mandarte todo lo que llevo del ultimo relato.

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  4. uno siempre escribe para sí mismo, para desexorcizar los demonios interiores... lo demás, es pirotecnia del ego y juegos del show business, pues no está mal si uno quiere sacarse unos ahorros a costa de su talento.
    lo que nunca entendí es por qué la gente que tiene el don de la palabra se avergúenza de ello (una amplia mayoría), mientras que los que tienen otros dones o talentos los sobreexplotan y los rentabilizan, ya sea ver el futuro de las telecomunicaciones o tener un miembro viril de 26 centímetros en letargo.

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