El humor y su evolución: Los años 90

Los años 90 supusieron la cúspide y también el final de los legendarios Martes y Trece. Durante la década, conscientes de que el tiempo no pasa en balde, se centraron televisivamente hablando en tronchantes especiales de fin de año. Había cabida para todo: desde parodias de anuncios hasta imitaciones de famosos de actualidad. Allí estaban todas las nocheviejas con sus peculiares tics, sus sonidos vocales como el "fijate" (pronunciese la "j" casi como si fuera una "g") y tantos y tantos otros.
Hay tantos sketches para poner que no me decido a poner ninguno, ahí está el glorioso youtube para que cada uno pueda visualizar ahora y (espero que siempre) todas esas joyas.
A la sombra de estos grandes cómicos un par de jovenzuelos descarados, conocidos como "Cruz y Raya", con enorme talento y pocos medios empezaban a tener sus minutillos en TVE. Su desparpajo y descaro juvenil les hicieron ganarse el favor de la audiencia poquito a poco hasta que, huérfanos del que hasta ahora era el gran referente humorístico (Martes y Trece) la audiencia fijó su máximo interés en ellos.
Aprovecharon muy bien su oportunidad y trabajaron duro, llegando a crear un humor con estilo propio, con personajes propios como el que aquí os enseño:



Este fue el primero de muchos, pero no voy a centrarme por ahora en Cruz y Raya, hablaré de sus otros personajes en el siguiente post.


Casi a la par que ellos también empezaba a despuntar un dúo sevillano llamado "Los Morancos". Su humor y sus parodias eran más castizas y andaluzas, más de andar por casa, llegando a despertar en el público cierto éxito. Su secreto, un humor cercano y callejero con el que el pueblo se identificaba. Si bien nunca destacaron por sus parodias o por la originalidad de sus sketches sí que llegaron a calar hondo con "Omaíta y Antonia", genial parodia de la vida y las peripecias de una familia sevillana de barrio obrero en la que situaban todos los estereotipos negativos que toda España tiene de los andaluces, quienes en vez de sentirse ofendidos por ello (como hubiera pasado en otras comunidades autónomas) se limitaron a reirse a mandibula batiente con las peripecias de tan singular familia y recibir cada semana en sus televisores con muchisimo cariño y sentido del humor a esta autoparodia.
Para muestra un botón:


Eso sí, no es posible imaginar el humor, no sólo de los noventa, sino de la decada siguiente y seguro que la de muchas más sin él, sin el maestro, sin el más grande, sin el único e inigualable...

¡Chiquito de la Calzada! El más grande. Hay un antes y un después de Chiquito en la historia del humor y hasta de la lengua española. Hasta la fecha todos los descubrimientos realizados en materia de humoristas provenían de TVE pero un día de verano Antena 3 puso en parrilla un programa de chistes llamado "Genio y Figura". En él descubrimos a este genio, a este crack, a este número uno del humor. Gregorio Sanchez Fernandez, así se llamaba este artista que comenzó su carrera como cantaor flamenco y los 61 años alcanzó un merecido éxito aunque no en el cante sino en el humor.

Con 61 años revolucionaba el plató de "Genio y Figura" cada vez que daba un brinco del sofá y empezaba a contar un chiste, con su lenguaje tan personal, sus movimientos eléctricos, su caminar de un lado para otro con una la mano en los riñones y la otra mano ligeramente extendida hacia adelante de forma similar a la que se ve en la foto, esos chistes a gritos y esa gloriosa forma de adornar los chistes con sus expresiones: "¿te da cuen?" "torpedo" "fistro" "pecador de la pradera" y tantas otras conseguía que chistes malísimos y sin gracia ninguna provocaran un sinfin de carcajadas, Por ejemplo el mítico chiste del concejal de Cuenca, lástima que no os lo pueda poner porque youtube lo ha quitado.

Pero volviendo a las expresiones. España entera conoció palabras como "fistro" o "diodeno" o "jarl": Las oficinas, los pasillos, los supermercados, las calles. Todo el mundo empleaba ya frases como "¿te da cuen?" "eres un fistro sesuar" "doctor grijandemore" "no puedo, no puedo" "tengo unos amatomas mu grandes". Fue tamaña la repercusión de todos estos términos que no faltó quien intentó interpretar estas palabras, encontrarles un significado que aplicarle en cualquier contexto. Se llegaron a elaborar diccionarios Chiquito/Español   Español/Chiquito.

Todos los humoristas, showmans y caras conocidas de la tele se rindieron ante este fenómeno y reconocieron a Chiquito como lo que es, un gran maestro del humor, una leyenda viva, sin términos medios (o te encanta o te desagrada).

Yo, personalmente, me considero fan de Chiquito, total y absoluto, ahora y siempre. Reconozco que puede no gustarle a todo el mundo o no hacerle gracia, pero lo que nadie me puede negar es que para conseguir que absolutamente todo un pais se exprese diariamente con términos, gestos y expresiones tuyas tienes que ser bueno... tienes que ser muy grande. Tienes que ser el mejor para que un pais entero se llene de imitaciones tuyas y para que aun habiendo pasado casi dos décadas todavía sigas siendo referencia fundamental para cualquier humorista o para cualquier persona que se considere un poco cachondo mental.

Mucho habría que decir de otros humoristas de la época, como Faemino y Cansado, quizá entrarían un poco más en la categoría de humoristas de culto. No fueron tan mediáticos ni tuvieron la repercusión que tuvieron los anteriormente mencionados, pero puedo asegurar que quienes les conocemos podemos asegurar que su forma de hacer humor tan personal y tan inteligente los hacen inolvidables. Como regalo os dejo uno de los shows en los que me enganché a su humor.

Podría escribir tanto y tanto, pero debo poner fin en algún momento. Espero haberos entretenido, si no con mi texto por lo menos con los videos.
Que nunca falte la risa, que nos hace mucha falta, mucha de verdad.