martes, 3 de agosto de 2010

Hablemos de botellones

Bueno, vamos a lo que vamos. Lo que hoy quiero escribir es algo que ya escribí tiempo atrás en los comentarios de otros blogs, mas concretamente en los dias en que se convocaron por internet macrobotellones por toda España por motivos... los que fuesen. El caso es que se ponía en el candelero un debate que, sin dejar de ser actualidad, estuvo siendo portada de noticiarios durante un par de dias. Jóvenes y botellón; botellón y jóvenes.

Como siempre, los mas mayores son los mayores detractores (en todo lo que hacen los jóvenes siempre suelen serlo, porque claro... su generacion fue mucho mas sana y mucho menos gamberra, ¡adonde va a parar!). El caso es que siempre hay tendencia a generalizar, a decir que los jovenes lo unico que quieren es emborracharse y destrozar cosas, que no tienen valores, que no tienen civismo y que el botellón lo único que demuestra es que nuestra juventud es apática y hedonista mientras se mira con envidia a la juventud francesa, la que sale en masa a la calle para luchar contra leyes injustas y situaciones de injusticia en general.
Voy a limitar el debate a los dos puntos más candentes, es decir, a los dos aspectos malos que suelen dejar un botellón: el ruido y la suciedad. Estos fueron los comentarios que yo dejé al respecto.
Los grandes inconvenientes del botellón son:


- Ruido:


Yo vivo justo encima de un bar-restaurante, en verano saca sus mesas a la calle y se convierte en terraza de verano. Pues bien, en verano tengo que soportar noche tras noche a "honorables padres de familia" (de los de "tengo derecho a dormir por las noches y el botellon no me deja y deberian prohibirlo") hablando a voces entre ellos y a sus hijos pequeños correteando y dando chillos sin que sus padres les corten un poco. Así hasta lo menos las 3 de la mañana.
Entre las 7 y las 8 de la mañana tengo que soportar el ruido de las obras de mi amado alcalde (sobrepasan el maximo permitido de decibelios, podeis creerme) o de mis amados convecinos en sus casas (aqui no respetamos ni los domingos). Por la tarde, mi vecina la que tiene vocación de folclórica se dedica a cantar a voces el "como una ola" y el "maría de la o" y no me deja descansar.
Veo pues que esta es la sociedad del ruido, que estamos en España, que somos gente ruidosa y bulliciosa, que nos gusta hablar a voces y pasarlo bien a base de risotadas gigantescas entre cervezas o cubatas antes que reunidos en la biblioteca al calor de un buen libro de filosofía estructuralista o una de una película de Kurosawa. Somos una sociedad de escandalosos, señores, y me parece de chiste que todavia haya gente que diga que el botellón no es un reflejo de la sociedad.
Si los jovenes en los botellones arman escándalo y no dejan dormir, es porque viven en esta misma sociedad del ruido, han crecido en ella y han aprendido de sus mayores y por tanto educadores (los mismos del "tengo derecho a dormir, asi que ¡no al botellón!") ese mismo comportamiento.
¿Pretendemos que sean cívicos cuando es la misma sociedad la que no lo es? Empecemos por ahi.

-Suciedad.


Paseo por las calles y las veo sucias, veo gente que saca el ultimo cigarro de su paquete de tabaco y, por no ver una papelera a la vista, tira el paquete vacío al suelo. Veo tambien hacer lo mismo a los que comen chicles o a los que desenvuelven un caramelo (no me vaya a venir alguien a interpretar esto como que estoy diciendo que sólo los fumadores ensucian, que está la cosa tensa con el tema del tabaco).
Paso por un parque y tengo que ir esquivando multitud de cacas de perro cuyos dueños no consideran necesario recoger después, o simplemente no las recogen por comodidad.
Veo en muchos bares tambien a muchas personas, mayores y jovenes, tomarse la cervecita con los cacahuetes o las aceitunas y tirar los huesos o las cascaras directamente al suelo.
Los domingos, cuando voy al futbol a ver a mi equipo veo a muchos padres de familia devorar bolsas de pipas, nerviositos, y dejar caer las cascaras en las gradas, y cuando se acaba la bolsa, tirar tambien la bolsa al suelo. Si el partido es por la noche (las primeras eliminatorias de copa del rey suelen serlo) en el descanso todos sacan sus bocatas envueltos en papel albal, los desenvuelven y tiran el papel al suelo. Cuando acaba el partido, pocos son los que recogen sus restos ¿para qué? ya tiene el club a sus limpiadores para eso ¿no?.
Me voy al cine y si quiero comprarme unas palomitas, tengo que hacer cierta cola, pues bien ¿por qué cuando acaba la película y la gente abandola la sala, solo cuatro gatos salen con los restos para tirarlos a las papeleras?.
Situaciones asi son cotidianas, las vemos a diario aunque quizá no nos percatemos, pero es lo que vieron de niños los que ahora son jóvenes y cuando acaban su botellón, por pura comodidad no recogen sus restos.

No quisiera que me malinterpretaseis, lo injustificable no se puede justificar y esto no es excusa para justificar los ruidos que se arman en un botellón y la suciedad que deja. Es excesivo y es molesto, y es signo de falta total de civismo. ¿Pero es que el ejemplo que sus mayores les están dando es de civismo?. Yo solo he puesto algunos ejemplos de cómo los mayores podemos ser muy descuidados y muy desconsiderados con el tema de la limpieza de nuestras calles, cada uno que piense por si mismo y reflexione si lo que se ve durante y tras los botellones no puede ser consecuencia del ejemplo que les damos a los jovenes y la sociedad en la que les hemos traido a vivir.
Aunque claro, para mucha gente es mucho mas facil dedicarse a demonizarles y criticarles a ellos y culparles de todo. Es más cómodo, igual que no recoger las caquitas de los perros o los restos del botellón, pero ¿es del todo justo? yo creo que no.

Un saludo.

2 comentarios:

  1. No comparto lo que has escrito. Veamos:

    1.- "los mas mayores son los mayores detractores (en todo lo que hacen los jóvenes siempre suelen serlo".- No estoy de acuerdo, hay jóvenes que no comparten el botellón y personas como yo, que aunque ya no seamos tan jóvenes aún no somos viejos y hace poco que hemos salido de la juventud. En cualquier caso, si los mayores, que han sido jóvenes y según tu, su generación fue gamberra y no tan sana, discrepan del botellón será porque algo bueno no es.

    2.- Comparto lo de los veladores. No me gustan. En realidad no me gustan que esten situados en cualquier sitio y mucho menos bajo las viviendas. En cualquier caso, no se puede comparar un botellón con unas cuantas personas
    tomando unas copas sentadas tranquilamente y sin música estridente, ni motos ni coches etc... Aunque reconozco las molestias.
    Sobre los ruidos típicos de la ciudad, solo decir que hay ordenanzas al respecto y que a ciertas horas del día, si hay ruidos, hay que aguantarse. El problema del botellón es que ese ruido se hace en horario nocturno y en cualquier parte sin respetar el derecho al descanso, que está por encima del derecho a la juerga.
    Pensar, que porque en una ciudad hay ruido, se justifica el botellón, no es un argumento válido.

    3.- La suciedad. Sin duda hay mucha suciedad en la calle. Hay personas que ensucian y por lo tanto deberían ser sancionadas.
    Ahora bien, el que algunos ensucien no justifica el botellón, y no es lo mismo que unos pocos ensucien, que miles de jóvenes(y no tan jóvenes) ensuciando.
    Pensar que por estos argumentos se este dando mal ejemplo y que por eso existe botellón es cuando menos simplificar mucho las cosas y cargar la culpa de todo en los mayores como haría un niño pequeño.

    Para acabar, diré que lo malo del botellón no es precisamente el ruido y la suciedad (esos son sus efectos colaterales).
    El problema principal es la falta de ideas, de imaginación, el borreguismo, la falta de civismo, etc.. en definitiva el problema es identificar diversión=alcohol, diversión=multitud, diversión=ruido. Si estos binomios no existen algunos no son capaces de divertirse. No conocen otras formas. Y esto sucede 4 días de los siete que tiene la
    semana, el resto, los usan para poder recuperarse y volver a empezar ¿qué forma de vida es esa?¿qué forma de diversión es esa?

    salu2.

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  2. Saludos, en primer lugar, perdon por no responderte antes. A veces cuesta sacar un poco de tiempo pero en un futuro intentaré estar más pendiente.
    Verás, no está en mi ánimo cuestionar tu capacidad lectora pero me temo que has pasado por alto mi último parrafo, te lo transcribo textualmente "No quisiera que me malinterpretaseis, lo injustificable no se puede justificar y esto no es excusa para justificar los ruidos que se arman en un botellón y la suciedad que deja. Es excesivo y es molesto, y es signo de falta total de civismo".
    Pretendo decir con ello que, efectivamente como bien dices, los puntos que expongo no justifican el botellón ni sus inconvenientes ni sus consecuencias. Tan sólo digo que esto que expongo, sin ser justificación, sí que son unos buenos cimientos y que la única forma de contrarrestar estos excesos botelloneros de muchos jóvenes está en una buena educación, y sobre todo en dar ejemplo.

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