viernes, 20 de agosto de 2010

Bravo, David

En este día tengo el placer de presentaros a una persona muy especial: No es ningún deportista campeonísimo de los muchos que en España tenemos, no es ningún actor/actriz de Hollywood, no es ningún tipo de líder político o religioso ni es ningún pedorro/a del mundo del corazón. Tampoco pretendo decir que no sea famoso, pues para gran parte de la comunidad internauta es un ídolo y ya ha tenido varias apariciones y colaboraciones televisivas.
La persona de quien os hablo es un abogado, pero no como los que salen en las películas defendiendo a acusados por asesinato que después resulta que son inocentes, o destapando conspiraciones contra el gobierno mediante sesudas investigaciones, o sufriendo el acoso de algún delincuente descontento al que no consiguieron salvar de prisión. Él es abogado especializado en propiedad intelectual y derecho informático, lleva años defendiendo a artistas en sus litigios contra la industria o la sociedad de autores y también defendiendo a desarrolladores de páginas web de las demandas en las que se ven envueltos. Compagina su trabajo con su faceta de conferenciante y se le considera un conocido activista en favor de los derechos de los internautas. Él es David Bravo.


Mi intención al escribir sobre él no sólo es hacerle este pequeño homenaje desde este mi humilde rincón, sino también reavivar un poco el debate, que aunque en estos tiempos en que la crisis económica y las vacaciones de verano relegan a segundo plano la problemática confrontación entre los derechos de autor y los derechos de los internautas, ahí sigue latente el hecho de que como internautas nuestros derechos aún necesitan ser reafirmados y sobre todo defendidos.
Voy a contaros una historia que a muchos os sonará. Cuando yo era un joven y despreocupado preadolescente flipaba escuchando música por la radio y gastaba mucho de mi pequeña paga en comprar cintas vírgenes para grabar de la radio las canciones que me gustaban, así como para copiarme las cintas que mis amiguetes me prestaban. Pues bien, yo crecí con la duda de si lo que estaba haciendo era algo ilegal o cuanto menos moralmente reprochable, yo no dejaba de hacerlo pero en mi conciencia algo me decía que quizá no fuera correcto hacerlo. Años más tarde descubrí el mundo de los juegos de rol y con mis amiguetes me fotocopié libros enteros para poder tener más juegos a los que jugar, y la sensación era la misma. ¿Estaba realmente mal lo que hacía? los medios de comunicación y los propios artistas clamaban a bombo y platillo que sí, que estaba mal, pero era mentira entonces como lo es ahora y es gracias a personas como David el que ahora yo lo sepa, y que como yo, haya muchos adolescentes actuales que estén disfrutando del intercambio de su musica y sus libros favoritos sin ningún tipo de temor ni cargo de conciencia.



Lo que no sabíamos entonces es que en el precio de las cintas vírgenes se incluía una pequeña tasa, destinada a compensar a los autores por las (teóricas) pérdidas ocasionadas por el hecho de grabarse un cassete. ¿Qué quiere esto decir? que cuando yo me grababa una cinta de "Olé olé" (por decir alguno) ya estaba pagando un cánon de derechos de autor y no lo sabía, con lo cual, nunca fue nada malo ni ilegal hacerlo (como digo, pese a que los medios y la propia sociedad de autores nos hicieran creer que sí).
En el año 2003 tras llegar a un acuerdo los fabricantes de cds y dvds con la sociedad de autores, se impuso esta misma tasa, el llamado "canon" a los cds y dvds vírgenes. Aquí se armó la de Dios es Cristo porque, contrariamente a las cintas de cassete, que mayoritariamente se utilizaban para grabar música y por ello el canon era justificado, en los cd/dvd no solo se graba musica o video, sino infinidad de datos informáticos que quedan fuera del ámbito de los derechos de autor. ¿Por qué tengo que pagar derechos de autor si grabo en un cd la copia de seguridad de la contabilidad de mi empresa? ¿por qué pagan derechos de autor los proyectos de ley, sentencias judiciales, resultados de pruebas médicas e infinidad de cosas similares que pueden almacenarse en un cd?. Pues aqui, en este enlace vereis un video que he intentado insertar y no he sido capaz y en el que entrevistan a gente de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) que da respuesta a estas preguntas: http://www.kewego.es/video/iLyROoaft8NS.html

Estamos ante una manifiesta injusticia desde entonces y gente como David Bravo están a la vanguardia de la lucha contra este canon arbitrario e injusto.
Hagamos un esfuerzo imaginativo y supongamos que aceptemos el canon como "mal menor" (que de hecho es algo que ya se ha hecho ley y que lo pagamos no solo en los cds, sino hasta en las cámaras de foto digitales). ¿Qué hay de malo en que nos bajemos cosas del emule? ya estamos pagando un canon compensatorio por las copias que hacemos. ¿Por qué se sigue criminalizando y atosigando desde la SGAE a quienes se bajan del emule un disco o pelicula?. Ya hemos explicado que usar emule (o cualquier programa de intercambio de archivos) no es ilegal ni es moralmente malo pero sí que está consiguiendo que la industria cultural esté quedándose totalmente desfasada y en consecuencia sus beneficios caigan, como cayeron los beneficios de los señores que conducían coches de caballos cuando se inventaron los coches a motor. Por lo tanto, la industria y los autores siguen criminalizando su uso y tratando de presionar a los gobiernos para que cambien las leyes de modo que éstas sostengan la existencia del modelo de negocio en que la industria se basa, sin importar que esos cambios se produzcan contra todos los ciudadanos y contra un bien común tan grande como es la difusión libre de la cultura.
Como me estoy poniendo muy serio, aqui os pongo un video muy divertido en el que David Bravo explica de un modo muy sencillo la "lógica" de la legalidad tal como la industria la entiende:



Para ir terminando, os comentaré que la última gran amenaza sobre los derechos de los internautas viene del propio gobierno y más concretamente de la famosa "Ley de Economía Sostenible" que intentan impulsar. En uno de los artículos de tal proyecto se incluye un articulo, o serie de articulos, segun los cuales la potestad para cerrar una pagina web que presuntamente vulnere los derechos de autor queda en manos del Ministerio de Cultura, y más concretamente de un comité creado expresamente para ello y del cual formarán parte representantes de la industria cultural, de los autores y del propio ministerio. ¿Qué significa esto? significa que si tú tienes una página de enlaces de emule (por ejemplo) y este comité considera que tu pagina atenta contra los derechos de autor, pues directamente va y te la cierra sin necesidad de autorizacion judicial alguna ni de orden judicial de ninguna clase.
Más detalles en el siguiente video:



Más adelante las cosas cambiaron y la Ministra de Cultura aceptó entrevistarse con un grupo de personas que representaban las inquietudes de los internautas, dejando la polémica medida un poco en el aire. El caso es que hace tiempo que no se menciona nada de cómo va ese asunto, pero habrá que estar pendiente de ver cual es el proximo paso del Ministerio porque ya se ven muy claras por dónde van sus intenciones.

Podreis decirme "¿Cómo sabes tanto de esto?". Pues practicamente todo lo que sé lo he aprendido de esta excepcional persona, David Bravo, pues tuve hace algunos años la ocasión de conversar largo y tendido con él sobre estas cuestiones y para mi fue una inspiración y un punto de partida que me animó a investigar más y más de este asunto por mi mismo. Nunca trató de convencerme de su punto de vista, siempre ha estado muy seguro y siempre me invitó a escuchar todas las opiniones posibles y sacar mis propias conclusiones, gracias a todo ello hoy estoy compartiendo toda esta información con vosotros.
Os animo por mi parte a buscar en youtube videos suyos, que hay bastantes, vereis que sabe transmitir muy bien lo que quiere decir, cosa que no siempre es facil cuando se tratan asuntos de leyes. Él consigue que puedan entenderlas facilmente cualquier persona, tenga conocimientos de Derecho o no. Y por supuesto os animo a que os descargueis su libro, de título "Copia este Libro" (no os inquieteis por los derechos de autor pues es el propio David quien lo ofrece de modo absolutamente libre y gratuito para descargar).



Sólo me queda por despedirme del mismo modo que titulé esta entrada.
¡Bravo, David!.

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